Acabo de descubrir esta serie: Salad Fingers - Forocoches (2025)

Y me parece una paranoia de cuidado, no le encuentro el significado ¿vosotros como la interpretáis? Dejo capítulos en español para que le echéis un vistazo y comentéis

Ni la pole, me siento como el protagonista

Es de lo poco en internet que me ha perturbado algo

¿Se trata de una mujer o un hombre? ¿Por qué le gusta tanto el óxido? Yo lo interpreto como que es un drogadicto que se ha vuelto loco

Parece como un mundo post-apocalíptico no le veo sentido

En serio series hechas por y para pirados.
Me recuerdan a los dibujos que hacen los psicópatas (ver American Psycho). No me sorprendería que el tronado que ha hecho esto se folle un perro, mate a alguien o se suicide.

Lo preocupante es que tiene casi 500000 suscriptores en su canal, de verdad no le veo sentido por ninguna parte

tienes sus años aunque siguen sorprendiéndome cada vez que veo alguno

Vale, muy bien, gol de Aristófanes a pase de Sófocles

Hay otra de los mismos creadores, mañana la posteo si quereis.

Me recuerda un poco a Los ríos de Alice. Enternecedor.

Perturbadora aun asi me ha gustado, me gustaria investigar acerca de esta serio o su creador que quiere transmitir

La conocia ya, pero ví el video de Dross el otro día y me he visto más capítulos, es jodidamente rara.

he aguantado 4 minutos.

Yo la he visto entera y he buscado posibles explicaciones en internet, y hablan de un mundo post-apocaliptico, un veterano de guerra que tenía mujer e hijas que murieron y se convirtió en una especie de mutante. La música es ciertamente perturbadora...

"I think you're called Milford Cubicle."

demasiado aburrido

Esta animación está situada bajo el contexto histórico de la I Guerra Mundial, conocida también como "La Gran Guerra" (1914-1918), en la que el Imperio Alemán, el Imperio Austro-Hungaro, Bulgaria y Turquía (Triple Alianza) estuvieron en guerra con Francia, Reino Unido, Rusia, Estados Unidos y Japón (Triple Entente). Por lo que Salad Fingers debe vivir en alguno de estos países, muy probablemente en el Reino Unido (ya que el creador David Ritch es inglés). Este fué un conflicto librado mayormente en trincheras, por ello Salad Fingers las menciona en demasía. En cuánto a la naturaleza y la psicología del personaje, no me caben dudas que el autor quiso expresar en él, delirios, locuras y trastornos de grandes proporciones. En consecuencia, todos los extraños eventos y situaciones que le ocurren no son más sino alucinaciones producto de su condición mental, severamente afectada por la realidad que seguramente le toco vivir en plena época de guerra. Además, es fácil notar como cambia drásticamente sus emociones y como parece sentir placer con situaciones muy extrañas y en cierto grado perturbadoras. Debido a que aparentemente vive en la soledad más inmensa, siente la necesidad de interactuar, de hablar y de expresar sus delirios; lo cual hace hablando con marionetas y poniéndole nombres a cuánta cosa encuentra para no sentir afligido. En resumen, nos encontramos con una animación filosóficamente muy bien elaborada, ya que se necesita ser muy analista para darse cuenta de los pequeños detalles intelectuales que se esconden más allá de un personaje desquiciado con dedos enormes. La trama de cada capítulo es abstracta e indefinida, producto de que todo gira entorno a la demencia senil del personaje, que sumado a la peculiar voz sumisa del mismo, deja una sensación muy extraña e intrigante a todo aquel que lo vea. La clave para entender esta animación es centrarse en los elementos que rodean a esta: la guerra, las muertes, la soledad; y no en la trama, porque como he dicho, es completamente abstracta e indefinida, todo esta ornamentado con episodios de locura y situaciones ilógicas, que por si solas son imposibles de entender o interpretar, pero que cuándo se analiza el contexto, se justifica lo que se ve, entendiéndose que esas situaciones no son más sino alucinaciones y episodios de locura, que dejan mucho que pensar sobre la naturaleza del ser humano; porque en forma de metáforas, se intenta reflejar la vida de un individuo trastornado y solitario.

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